"Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires", dijo Santiago Tracanna. Esa frase, tan conocida y usada para describir las diferencias económicas, políticas y sociales entre el interior y la Capital Federal, y hasta parte del conurbano bonaerense, puede aplicarse a una disposición de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que trastoca el ritmo de vida de Tucumán.
El titular del organismo de recaudación, Ricardo Echegaray, decidió modificar la jornada de trabajo con la intención de unificar los horarios de atención en todas las dependencias del país. El horario era de 7 a 15 y ahora es de 10 a 18. La medida cumple un mes y acumula un gran malestar entre los contribuyentes tucumanos, además de generar complicaciones operativas.
En la delegación local de la AFIP se registraron largas filas de hasta 100 personas por día, debido al cambio de horario de atención. Y ayer pasó lo mismo.
"Impacta negativamente esta resolución. Vine a las 8 y pensé que ya era tarde, pero era temprano para la AFIP", ironizó Tracanna, de 65 años, quien encabezaba la columna y necesitaba iniciar una gestión previsional.
Metros atrás, Mónica Díaz sumaba su queja: "esto es de terror. Este nuevo horario no va con nuestra costumbre".
"Es en contra de todo. Ahora cuento con dos o tres horas menos para hacer el trámite porque durante la siesta nos morimos de calor y porque tengo que trabajar", resaltó Verónica Roig. A ellos se añadió el pedido de Carlos Guiñazú de retomar la anterior atención al público.
El régimen también es resistido por el personal de la administradora federal. El secretario general de la filial local de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (Aefip), Tomás Suárez, comentó que el sistema operativo de la AFIP "colapsó" en varias oportunidades, teniendo en cuenta que "todas las reparticiones del país comienzan ahora a ingresar los datos de manera simultánea en la apertura de la jornada laboral. Los empleados llevan adelante diferentes medidas de fuerza en contra de la resolución del titular del ente fiscal. Suárez confirmó que en las últimas semanas, el personal de la entidad realizó paros durante las tres horas finales del día de trabajo, además de asambleas, lo que generó la suspensión de la atención.
"Tucumán es cabecera del NOA y es por eso que cada medida repercute en las otras provincias de la región, cuyas delegaciones también manifiestan contrariedad ante la resolución de Echegaray", remarcó el dirigente, quien adelantó un nuevo cese de actividades y movilización en la segunda quincena de este mes, y una marcha de las oficinas de todo el interior del país a la Capital Federal.
"Queremos explicar a la gente que no somos causantes de las falencias en la atención; esto fue dispuesto por Ricardo Echegaray", finalizó Suárez.